Crear una tienda online puede parecer un
trabajo exhaustivo, pero agrupando las distintas tareas en 4 grandes pasos, es
posible agilizar y optimizar el nacimiento de tu propio negocio digital
Gracias a los excepcionales resultados que mostró el comercio electrónico
durante el 2017, y
las previsiones que se tienen para el año actual, cada vez más marcas y
vendedores independientes deciden comenzar a investigar y a adentrarse poco a
poco a este atractivo canal de ventas. Muchos lo hacen luego de una extensiva
investigación, mientras que otros simplemente deciden comenzar a probar, a la
vez que tratan de posicionar su tienda.
Aun así, la realidad es que crear una
tienda online optimizada y con verdaderas probabilidades de desempeñarse de
forma exitosa a mediano y largo plazo, no es algo necesariamente sencillo y
rápido, sino que debe realizarse de forma planificada y con una estructura fija
que tome en cuenta todas las capacidades y necesidades del vendedor o la marca.
Teniendo en cuenta esto, podemos deducir
que se trata de un proceso con decenas de tareas, pero que pueden ser
organizados de forma sencilla en 4 grandes pasos que tomen en cuenta el modelo
de negocio, la parte técnica de la tienda online, el área organizacional, e
incluso los esfuerzos de mercadeo.
Al revisar lo que dicen los distintos
estudios y expertos en este canal de ventas, podemos definir que estos son los
siguientes:
- El plan de negocios
Aunque siempre existe la probabilidad de
que esto vaya evolucionando una vez se lance la tienda y comiencen a verse los
primeros resultados, es importante contar con un plan de negocios estructurado
que incluya datos importantes como la descripción de la compañía, los productos
que planean venderse, las proyecciones financieras, el plan de operaciones,
entre otros.
Pero tener una idea no es simplemente
haber pensado qué producto vender, sino definirlo realmente a través de la
realización de estudios sobre tamaño del mercado, los posibles nichos en los
que desempeñarse, la competencia y sus estrategias, la tecnología disponible
para diferenciarse, las plataformas para crear una tienda online, y muchos más.
2.
Los
proveedores
Una vez que se tenga una idea clara de qué
es lo que desea lograrse con esta tienda, es momento de buscar los proveedores,
estos son las personas que nos darán la mercancía que venderemos, o los insumos
para crear nuestros propios productos. Aunque esto puede hacerse una vez que
esté todo definido, lo ideal es haber tenido al menos contacto con estos
proveedores para asegurar que la tienda será viable.
Aunque pueda pensarse que los únicos
proveedores que se necesitan son los de los productos que se venderán más
adelante dentro de la tienda virtual, la realidad es que también se necesita un
servicio de envíos, una empresa de almacenamiento (dependiendo de la cantidad
de ventas), proveedores de software de seguridad, e incluso proveedores
especializados para la compra de dominios.
3.
La
operatividad de la tienda
En gran parte, haber coordinado todos los
pasos anteriores no serviría de nada si no se tiene claro el mantenimiento y la
operatividad de la tienda virtual, por lo que es importante enfocarse en el
desarrollo y completo funcionamiento de la misma. La operatividad puede venir
directamente de relaciones con terceros.
Entre las tareas más importantes a
realizar para cumplir con este paso es establecer las pasarelas de pago y su
compatibilidad con la plataforma web que se esté utilizando, la adquisición del
servicio de alojamiento (hosting), e incluso los elementos de diseño de la
página, como puede serlo la disposición de imágenes, texto, e información.
4.
La
optimización y mercadeo de la tienda
Con una tienda virtual prácticamente
diseñada y operativa, es el momento de optimizarla de cara a motores de
búsqueda (posicionamiento SEO), a dispositivos móviles, al funcionamiento de
las herramientas que se disponen, entre otros. Del mismo modo debe comenzarse a
mercadearlo para darlo a conocer ante el público que tengamos definido.
Este
puede ser tal vez el paso que más cambia entre cada tienda, ya que existen
estrategias distintas para cada público y producto.
Sin embargo, aquí también entran algunas
tareas más generales como modificaciones en la imagen de la marca, la selección
de canales de comunicación y el estilo que se utilizará para hablar con los
clientes, inversiones publicitarias, recopilación de datos, generación y
finalidad del tráfico, entre muchos otros.
A pesar de que, gracias a esta
distribución, pueda parecer que crear una tienda online es un proceso muy ordenado y sencillo, la
realidad es que este no debe subestimarse, ya que los posibles errores pueden
comprometer de manera significativa el funcionamiento del sitio. Es por eso que
lo más importante es mantenerse siempre abierto a aprender a través de la
investigación previa, durante el proceso de creación, y posterior al
lanzamiento de la tienda.
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