Segmentar el público es la técnica que ayuda al mercaderista y al departamento de publicidad a mostrar los anuncios únicamente a aquellas personas a quienes realmente interesa llegar, que forman parte de ese público que puede transformarse en un cliente, es decir, el público de interés.
Actualmente las herramientas web, por
ejemplo, permiten crear anuncios dirigidos exclusivamente a una parte del público suscrito a las redes sociales de la
organización, a los usuarios registrados en el sitio web o hacia una zona
geográfica. También existen otros parámetros de segmentación como las
preferencias de búsqueda, los gustos que más ha mostrado en los análisis del
SMM y el CM o, yendo un poco más arriba en la escalera jerárquica de la red,
basado en los rastreos que dejan los motores de búsqueda y descargas recientes,
como lo hace por ejemplo Google, que a partir de las recientes búsquedas, al
usuario se le muestra en los anuncios de Google AdSense de las páginas que
visita, solo información relacionada con
esos rubros que ha estado interesado en consultar en sus últimos
movimientos en su navegador.
La segmentación puede hacerse de diferentes maneras
Si se trata de marketing digital, hay
varios parámetros a tomar en cuenta para poder dirigir la campaña a una parte
del público o a otra: la información consultada, la necesidad que ha
manifestado en los puntos de contacto, los canales escogidos para comunicarse,
la temática o área de interés, los productos que ha comprado o aquellos en los
que ha hecho preguntas como: ¿cuál es su precio? ¿Cómo hago para obtenerlo?
¿Qué garantía tengo? ¿Cuándo lo puedo tener si lo compro ahora?.
Pero también se puede seleccionar al público destino según rangos de edad, nivel o grado
de instrucción (por ejemplo, no se le va a ofrecer a una persona que no sabe
leer un libro escrito por un erudito de la literatura, o para los niños un
porta chequeras).
Saber qué ofrecer a cada quién
El
producto que se oferta tiene que tener una orientación, una utilidad, es decir que habrá alguien a quien se le cubra una
necesidad con él. Pero no a todo el público le interesa, salvo que se le
presente tal necesidad. En eso radica la selección de lo que se va a ofrecer a
cada parte del público.
Esta es la analogía que mejor explica esto:
en una región de clima cálido, por ejemplo la costa tropical, no tiene sentido
ofrecer en venta una chaqueta para el frio del páramo. Igualmente en la zona
andina donde las temperaturas son muy bajas, casi congelantes, no tendrá
mercado una playera y menos aún una franela con escote para las damas. Pero en
ambos mercados es viable vender: protector solar, repelente de insectos y
zapatos deportivos. Así es como se manejan los principios de la segmentación del público.
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