Algunas personas no
consideran que una tienda online sea un método para ganar dinero por Internet propiamente dicho, ya que se trata de llevar el negocio tradicional de una
tienda a la web. Sin embargo, realmente se trata de dos negocios muy
diferentes.
La principal diferencia
entre una tienda física y una tienda online es que en el segundo caso puedes
trabajar totalmente desde casa. Esto significa no solamente que no necesitas
trasladarte a otro lugar para trabajar, sino que puedes adaptar los horarios
como mejor te venga. Si durante el día tienes un trabajo offline, obligaciones
familiares, etc. puedes por ejemplo administrar los pedidos durante la noche, y
durante el día simplemente realizar los envíos.
El principal obstáculo
con el que se encuentran muchas personas cuando crean su primera tienda online
es qué hacer con el stock. Si tienen la suerte de contar con espacio extra en
su vivienda o de disponer de un almacén no es problema, pero en muchos casos
esto no es posible y acaban con el salón lleno de paquetes para enviar.
Una alternativa a esto es
el dropshipping, el cual consiste en encontrar proveedores para realizar el
papel de intermediario entre ellos y los clientes. https://afiliados.amazon.es/ Esto podría parecer un sistema de afiliados, pero
con la diferencia de que es el propietario de la tienda online el que decide el
precio final de venta (y por lo tanto su comisión) y que el contrato con el
proveedor establece que se enviará el paquete sin ninguna información sobre él,
por lo que el cliente tiene la impresión que ha comprado directamente al
intermediario.
El principal
inconveniente de una tienda online frente a una física es la visibilidad. En
una tienda física, basta con que ésta se encuentre en un lugar estratégico de
la ciudad para que los clientes pasen por delante, y por lo tanto se realicen
compras. En Internet esto es mucho más difícil, ya que hay miles y miles de
tiendas online con las que competir, lo que hace muy difícil para alguien que
está comenzando conseguir visibilidad.
Para esto, la mejor
opción es, al principio, basarse en una zona geográfica pequeña, normalmente la
ciudad del propietario o un grupo de ciudades cercanas. De este modo, puede
realizarse publicidad offline con relativa facilidad, como reparto de flyers,
compra de anuncios en periódicos locales, etc.
Una vez se realicen las primeras ventas, la tienda online comenzará a
crecer ella sola mediante el boca-oreja de los clientes y poco a poco se irá
extendiendo a otras ciudades.
Otra forma de
distinguirse frente al resto de tiendas online es mediante la aplicación de
descuentos. Aunque los beneficios sean más bajos o incluso nulos, tener precios
atractivos al principio ayuda a que la tienda crezca y se haga popular, ya que
un alto porcentaje de las personas que compran en Internet lo hacen buscando
precios más bajos de los que encontrarían en las tiendas físicas. Una vez la
tienda ya se haya hecho más popular, pueden comenzar a subir los precios poco a
poco.
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