Hay un mercado prometedor en lo que respecta al desarrollo y esto es incuestionable, pero pocos son los que realmente logran llegar allí. Ser programador requiere mucha disciplina y estudio; y muchas veces la gente no está dispuesta a perder un fin de semana para aprender más acerca de un lenguaje de programación, por ejemplo.
Hay una clara necesidad para cualquier negocio que tenga procesos automatizados contar con la figura del programador, ya que es imprescindible contar con sus conocimientos. Las pequeñas empresas también sienten esta necesidad, pero a menudo no tienen los fondos suficientes para invertir en proyectos de gran envergadura (como son las llamadas fábricas de software), con lo que terminan optando por programadores freeelancers.